Durante el mes de octubre, tuvimos una nueva “Casa de Acogida” para aquellos amigos que quieren conocer un poco más a fondo nuestra dinámica comunitaria. Nos juntamos en casa de un matrimonio de la comunidad para compartir un rato de alabanza, compartir en qué punto de crecimiento en la fe estamos cada uno y explicar más detalles sobre nuestra comunidad. Acabamos con un almuerzo rico para seguir conversando de manera más informal con los amigos que asistieron.
Formar parte de cualquier comunidad es una decisión que requiere de un discernimiento maduro, ya que es una llamada muy concreta a un carisma y, además, requiere de un compromiso personal importante. Ofrecemos este tipo de actividades más abiertas para dar la oportunidad de que nos conozcan mejor desde dentro y, con libertad, se pueda ver si lo que uno está buscando corresponde con lo que vivimos en la comunidad. Tanto si un hermano sigue con el discernimiento o no, nos alegra conocer gente inquieta que quiere entregarse más y mejor a Dios.